Acabamos de vivir un año impensable, con múltiples dificultades, dolores, temores, etc. Pero, si rescatamos el lado positivo, esta pandemia fue propicia para que la naturaleza se sacudiera de tanto maltrato humano. . . y comenzó a reverdecer, a florecer, a aclarar sus aguas, su aire y todas las especies animales, qué maravilla, comenzaron a recuperar lo que siempre es y será suyo: la tierra.
Por nuestro lado, también nos sentimos motivados a sacar fuerza, coraje y nuestra esencia de sensibilidad para no perder de vista a los desposeídos, a los más necesitados, a los que no se sienten mirados. . .
El viernes 18 de diciembre 2020, nos trasladamos al Valle del Colca previamente para apoyar al personal del Hotel de La Casa de Mamayacchi en su capacitación en protocolos de bioseguridad y manejo de extintores. El mismo día nos trasladamos a la localidad de Chalhuanca, anexo de Cabanaconde, llevando apoyo, alegría y principalmente cariño a todos los niños del pueblo y madres gestantes, con juguetes y ropa.